Hemos probado con estas 3 mostazas para empezar, una clásica, una con compota de manzana, y mi preferida, con arándanos secos.
La clásica es bastante fuerte, ya que lleva más cantidad de mostaza negra, la más picante. Cuando la mostaza molida se humedece es cuando adquiere esta característica, no sucede lo mismo cuando está en grano o incluso cuando se germina, siendo su sabor mucho más suave.
MOSTAZA CAMPESTRE O CLÁSICA:
2 cucharadas soperas de mostaza negra en grano poco molida
2 cucharadas soperas de mostaza blanca en grano poco molida
1/4 de taza de mostaza marrón molida (unos 60 gr.)
1/4 de taza de agua (unos 60 gr.)
3 cucharadas de vinagre de manzana
sal
Añadir el vinagre y la sal mezclando bien, si queda muy seco añadir un poco de agua.
Dejar reposar en la nevera en un bote de vidrio bien cerrado, para que no se reseque la superfície. Como os he comentado antes, es una mosataza muy picante, no apta para todos los paladares ;-).
MOSTAZA DE COMPOTA
1/2 de taza de mostaza blanca en polvo (unos 120 gr)
1/4 de taza de compota de manzana (unos 60 gr)
3 cucharadas de vinagre de jerez
1/4 de taza de azúcar integral (unos 60 gr)
sal
Mezclar todos los ingredientes hasta conseguir una pasta, si os queda muy espesa ajustar con agua. Dejarla reposar al menos durante 24 h antes de usarla, en un bote de vidrio bien cerrado en la nevera. Yo prefiero dejarla un par o tres de días. El dulzor de la manzana le da un toque muy especial.
MOSTAZA DE ARÁNDANOS
50 gr de arándanos secos troceados
1/4 de taza mostaza blanca en polvo (unos 60 gr)
2 cucharadas de mostaza blanca en grano
2 cucharadas de mostaza marrón en grano
2 cucharadas de vinagre de vino blanco
2 cucharadas de vinagre balsámico
1 cucharilla de sal
1 cucharilla de miel
Dejar en remojo durante unos 30 min. los arándanos secos. Igual que las anteriores, mezclar la mostaza en polvo, los granos, los vinagres, la sal y la miel, añadiendo al final los arándanos para que no se rompan demasiado al remover.
Dejar reposar 24 h antes de servir en un bote de vidrio bien cerrado.
No hay que preparar grandes cantidades porque va perdiendo sabor, aunque yo lo prefiero así con las más picantes. Es una elaboración muy fácil y rápida, y combina con un montón de platos dándoles ese toque especial. Hay recetas que utilzan pan para espesarlas, también hay versiones con licores, limón, cebolla, mantequilla, especias y un montón de combinaciones.
