
Siguiendo con la racha de pasta fresca casera, ayer preparamos unos
wonton rellenos de las verduras que teníamos, algunos incluso llevaban como único relleno, un poco de salsa de soja y aceite de sésamo.

Con sólo harina de trigo, agua y sal
(¿os suena?), se prepara esta típica pasta china, el truco, láminas súper finas, ya que al hervirse aumentan un poco de tamaño. Amasar hasta conseguir una textura bien fina y tapada con un paño, se deja reposar unos 15 minutos.
Se divide la masa en dos partes y se estiran con el rodillo hasta dejarlas bien finas, la mesa debe estar bien enharinada, ya que se pega que da gusto.

Una vez cortada la masa a cuadrados, rellenamos. Normalmente llevan carne de cerdo, esta vez, calabacín y cebolla cortada muy finita, gengibre y
shiitake. Se cierran formando la diagonal del cuadrado.

Y se unen los dos extremos, sellando así el relleno a modo de lazo, cuando llevas unos cuantos salen perfectos ;-). Preparamos un caldo de verduras para hervir los wonton, durante unos 7 minutos, espolvoreamos cebollino y añadimos unas gotas de salsa de soja. Un instante en China…
