Pues estas manzanitas y las conservas nos han salvado más de un día de esta semana, que se ha presentado muy dura.
Cuando uno está destruido (literalmente), después de una jornada interminable de trabajo, no le apetece para nada meterse en la cocina, aunque justamente esos días son los que tienes más hambre.
Tenemos suerte, últimamente hemos hecho algunos trueques entre amigos (harinas, queso, conservas, mermeladas, muchas cosas, aún no las hemos probado…) aunque yo los considero regalos. Ayer, a la hora de comer, abrimos este bonito en escabeche, que llegó vía Spanair y que tengo que decir nos dejó sorprendidos, estaba riquísimo, y eso que pensabamos que igual podíamos morir envenenados ;)… (ojalá fuera de Szczecin para saberlo pronunciar y ganerme alguna conserva más ).
Al Sr.Bonito lo acompañamos con unos Fesolets de Santa Pau (tenemos que hacer creps de butifarra negra amb fesols, que es lo más de lo más).