Tenía muchas ganas de probar esta receta, aunque al principio me parecía una exageranción la cantidad de ajos que llevaba la masa, las fotos del libro dónde lo encontré y el título, prometían : Dan’s garlic bread. Y un pan de ajo de Lepard, es un pan de ajo de Lepard.

El caso es, que este fin de semana he hecho un pequeño kit-kat y me he puesto manos a la obra, digo, a la masa.

Está claro que te ha de gustar el ajo, yo he añadido los que decía la receta, que eran exactamente 3 cabezas, los confité de manera diferente, primero, porque no tenía romero y segundo, porque el ázucar que tenemos en casa es moreno y con el vinagre de módena, han oscurecido un poquito el sirope, además añadí semillas de amapola, sal, pimienta negra y un poco de agua. Todo a fuego muy lento.

La masa la hice un poco más hidratada y no quedó como quería, aunque seguí el método «pull-apart», que es cortar la masa en rebanadas, colocarlas unas al lado de otras, con el corte hacia arriba y presionar para juntarlas. Como hice con éste. Y tuve que doblarla.

La harina, es mitad T-65 , que traje de Francia y mitad de fuerza, que me regaló una amiga de Szczecin, masa madre, agua y sal, el zumo de una naranja y aceite entre los reposos, en total ,un par de cucharadas, más el del sirope. Poco amasado, esta vez, se trataba de marcar con los dedos la masa, cada 30 min., un total de 3 horas (yo hice 4 horas + el último levado de 30 min), con algún doblado, por si acaso.

Quedó una miga super crujiente, pero entre el horno a gas (que ya lo voy pillando) y la humedad que tenemos en Barcelona, esta mañana había perdido un poco…que se le va hacer.
Este pan tiene carácter, pero cuando lo acompañas con una simple ensalada o queso, aunque parece estraño se comporta de maravilla y no es nada fuerte.
Aqui os dejo una rebanada…