Solo llegar a sa illa, a horas intempestivas por cierto, nos estrenamos con el primer desayuno a base de ensaimades y panades.
La de carne espectacular, en cuanto se acaben las vacaciones intentaré hacerlas con la receta que nos pasó Toni, un cocinero y amigo mallorquín, que nos abrió su casa y nos explicó un montón de cosas sobre la gastronomía de la isla (gracis)
En Palma provamos la áutentica panada mallorquina, rellena de carne, guisantes y sobrasada, mmm…


En un lugar increíble, en lo alto de sa Serra de Tramuntana entre mar…


y montaña…

En es Mirador de ses Barques, probamos sa Porcella,


es Frit, patatas, pimiento, hígado…delicioso

Y unos salmonetes directos del pescador.

Ferias ecológicas, visitas a calas desérticas, charlas nocturnas y descanso en el campo de Inca, una desconexión total. Gracias por invitarnos ;-).

Ahora de vuelta a casa, preparamos la maletas para el siguiente destino.