Un fin de curso por todo lo alto, hay que ver los más peques, como se defienden ante una masa bien complicada y lo contentos que estaban cuando vieron como sus panes subían en el horno.

Decorándolos a su manera, no hubo uno igual a otro, super atentos y aplicados como cualquier adulto, sacaron adelante todo las recetas que les propusimos.

Eligiendo los cortes que querían para sus hogacitas, no me lo pusieron nada fácil :-).

El momento en que más disfrutaron, fue cuando les tocó pintar las piruletas de avena que habían preparado. No hubo Monstruo de las Galletas que les ganara a la hora de pensar el momento en que iban a zampárselas…

Un montón de magdalenas de limón y naranja fueron al horno la mar de contentas.

Y aquí los alumnos con sus piruletas, ya no resistían más a pegarles un buen mordisco.

Una experiencia maravillosa, que en la nueva temporada, repetiremos.

Feliz verano a todos!!!!