Barcelona aún me sorprende, había olvidado su clima, nunca hace frío, sólo refresca.
El huerto aún está lleno de flores, cuando ya debía de haber arrancado las berenjenas ahí siguen…

Las pobres estan aguantando como campeonas el ataque de la mosca blanca.

Los pimientos igual, ya daba yo por acabada la temporada y ahí los tenemos, «refloreando».


Y los pepinos, sin fuerza, pero siguen regalando y regalando, las hojas estan destrozadas, aquí la mosquita tambien ha hecho de las suyas.

Lo que tenemos claro, es que no es tierra de cebollas, estas las aprovecharemos para algún estofado…
Total, que he podido sanear sólo una parte del huerto, de momento probaremos con puerros, Con las lechugas vamos sobre seguro.ufff…


Estar un rato en nuestro pequeño huerto es tan reconfortante como hacer pan, con el pan das vida, en el huerto la observas.