
Este pan, tiene una textura mucho más esponjosa que los panes de centeno tradicionales porque lleva mitad centeno, mitad harina blanca, según he leído (porque saberlo, no lo sabía) constituye «para los polacos» el acompañamiento preferido para carnes y pescados ahumados.
INGREDIENTES:
225 gr harina de centeno
225 gr harina de blanca de fuerza
10 gr semillas de alcaravea
400 gr masa madre
140 ml leche templada (que no le he añadido)
1 cucharada de miel clara (la que tenía)
140 ml agua templada (yo añadí 250ml de agua a temp. ambiente)
10 gr sal
PREPARACIÓN:
Teoricamente se tiene que dejar reposar 1h y 30 min., yo lo he hecho reposar unas 4 horas.
Como siempre, en medio del reposo he estirado la masa varias veces, y he vuelto a notar que el centeno se resiste, pero esto seguía subiendo, y la masa era más elástica a medida que iba estirando y reposando, estirando y reposando…
Tras el último reposo le he dado forma de óvalo y lo he dejado reposar unos 30 min.
Precalentamos el horno a 220º.
Marcamos la masa con dos cortes paralelos y «centrados», lo más centrados posible…
Y horneamos 35 min. Ir vigilando que no se queme la base, ya que mantendremos esta temperatura durante toda la cocción.

Hay dos cosas que me han sorprendido, primero el sabor a alcaravea, que desconocía. Cuando la he comprado parecía más un comino…pero el sabor es mucho más suave y con el toque del hinojo, la verdad es que entre estas tres semillas, me quedo con la alcaravea.
Y segundo: el pan ha salido muy doradito como podéis ver en las fotos, sin embargo la corteza es blanda…no gomosa ( o al menos de momento) y la verdad no sé porque…si alguien me lo puede explicar…