Otro regalito que nos ha permitido probar esta harina tan especial y apreciada entre los mallorquines, sobre todo las personas mayores, que la recuerda bien. Además de las sobrasadas, las panades mallorquines (que vendrán en otro capítulo), el fonoll marí (hinojo marino), tàperes (alcaparras) o el camaiot, un embutido realmente delcioso.
La Farina de xeixa autóctona de Ses Illes y difícil de encontrar hoy en día, ya que son pocos los que la cultivan. Gracias a algunos agricultores, se está trabajando en la recuperación (de manera ecológica), de este trigo antiguo, con un sabor dulce y con unas características muy beneficiosas para el sistema digestivo.

El pa moreno de xeixa, es uno de los panes típicos mallorquines, panes planos y sin sal. Se elabora a modo tradicional con una parte de harina integral, gruesamente molida y tres de harina blanca (ambas de xeixa), y utilizando masa madre, normalmente en forma de bola seca, conservada en aceite.

Al amasar me ha recordado un poco al centeno, pegajoso y difícil de trabajar. Se cuecen en hornos de leña, la miga es tupida y húmeda ,con un toque ácido, y su corteza poco dorada y no muy crujiente.

El de la izquierda es el que nos trajeron de mallorca, con levadura comercial y de casi dos quilos, el de la derecha es nuestra primera prueba con masa madre.

No se marcan y suelen abrirse por la base, aunque a mi se me ha agrietado un poco la superficie.

La verdad es que no me tiran especialmente los panes sin sal, pero oye, si le añadimos algo como…

Pues la cosa cambia ;-).

Y ahora, ¡a untar sea dicho!…operación bikini anulada hasta nuevo aviso (¡la de veces que habré dicho esto!).