Llego con dos semanas de retraso, y con un montón de cosas que publicar, hoy os dejo el resumen tras la visita de Richelle de Wit y su taller de sobre panes holandeses.
Empezamos tempranito con el Ontbijtkoek, que todavía me cuesta pronunciar…una mezcla de azúcar moreno, whisky, canela, anís y centeno integral recién molido, que recordó lo que me gusta este cereal.
Cuando sale del horno es un espectáculo de aromas y puedes ver como el azúcar sigue deshaciendose en su interior.
La verdad que es un suplicio tener que esperar 48h de reposo, pero tras ese tiempo su sabor se acentúa y lo hace todavía más irresistible. Más tarde llegó la patata, y los Aadappelbrood, se prepararon masas con pesto y de cebolla con linaza.
Unos panecillos con un montón de combinaciones, pero los hagas como los hagas, te aviso que duraran poco más de minutos, vuelan en cuanto los pones a la mesa ;-)

Richelle nos descubrió una masa, muy divertida, como ella nos explicó, ideal para elaborarla con la ayuda de los más pequeños de la casa.

Hicimos dos versiones con y sin chocolate, al gusto del consumidor.
Todo esto acompañado de un nuevo menú, que también llegó con Richelle, y es que nunca deja de sorprendernos. Espelta con verduras, nueces y arándanos, que cosa más rica.
Pero el fin de semana no había terminado…nos esperaba un domingo con doblete de panecillos, pero eso os lo explico domani.
Cuando sale del horno es un espectáculo de aromas y puedes ver como el azúcar sigue deshaciendose en su interior.
La verdad que es un suplicio tener que esperar 48h de reposo, pero tras ese tiempo su sabor se acentúa y lo hace todavía más irresistible. Más tarde llegó la patata, y los Aadappelbrood, se prepararon masas con pesto y de cebolla con linaza.
Unos panecillos con un montón de combinaciones, pero los hagas como los hagas, te aviso que duraran poco más de minutos, vuelan en cuanto los pones a la mesa ;-)

Richelle nos descubrió una masa, muy divertida, como ella nos explicó, ideal para elaborarla con la ayuda de los más pequeños de la casa.

Hicimos dos versiones con y sin chocolate, al gusto del consumidor.
Todo esto acompañado de un nuevo menú, que también llegó con Richelle, y es que nunca deja de sorprendernos. Espelta con verduras, nueces y arándanos, que cosa más rica.
Pero el fin de semana no había terminado…nos esperaba un domingo con doblete de panecillos, pero eso os lo explico domani.