Llegamos a Freiburg. Directos al Biergarten. Temperatura más que alta, 28º y yo que pensaba que descansaríamos de calor…
Una cerveza de trigo (Hefeweizen), con es color turbio característico, versus un Apfelsaft (no es como el resto de zumos de manzana) bien fresquito, yo me quedo con lo segundo.

Weißwurst (salchicha balanca) con mostaza dulce y bretzel, un buen comienzo.

Sülze (carne en gelatina) con vinagreta y ensalada, la medida de los cortes son a la alemana,claro, y pienso…lo que es hambre, no voy a pasar :-).
Y de postre, tarta de cerezas.

Continuamos hasta las orillas del lago Tittisee, lejos de la ciudad.

Sauerkraut con bacon ahumado, patatas con cebollino, remolacha. Rollenschinken, con albondigas de espinacas y una salchicha ahumada.
De la tranquilidad pasamos a pasear entre los rascacielos de la moderna Frankfurt.
Donde probamos el Handkäse típico de la región de Hesse, con cebolla y comino…su sabor es, casi prefiero no recordarlo ;-)
En Stuttgart, capital de Baden Wuttemberg, rodeada de viñedos, y con los impresionantes museos de Mercedes y Porsche,

probamos los famosos Maultaschen o bolsillos suevos, rellenos de espinacas, carne picada, pan y huevo.

Y unos Knödeln de carne bañados en una salsa deliciosa y cerveza, selbstverständlich.

Después de pasar por el museo de la cultura del pan (Das Museum der Brotkultur) en Ulm, por cierto también ciudad natal de Einstein, acabamos nuetros días de descanso a faldas de otro gran lago, el más grande de la Selva Negra, con una superficie de 595 km2 entre Austria, Suiza y Alemania, el lago Constanza, también llamado mar suevo.
En un pequeño pueblo, Laimnau, apartado de la zona más turística, degustamos los últimos platos suevos.
Como este plato de pavo mariado con una salsa indescriptible, bacon ahumado, pimienta verde y guindillas espectaculares, todo acomàñado de un delicioso pan negro.

En un rincón maravilloso en medio del campo, en un restaurante muy especial de cocina Alsaciana, provamos la Flamkuchen y un rustido de carne con patatas asadas.

De vuleta a Freiburg, un menú a pie de mercado, mietras hacíamos las últimas compras.

Chucrut con Spätzel y un buen trozo de tarta de arándanos prensados.

Y una Pikantwürst con unas frambuesas deliciosas como postre.

Y para acabar, aunque me dejo unos cuantos platos para otro post, algo que Noema ya nos había contado, y aún así, no dejó de sorprenderme, en este caso la confianza se traduce en flores.

Ozú! que post más largo…