Bueno, pasaba por aquí…

Hay que asumirlo, el tiempo no da para más, una no para de poner excusas por no escribir en el blog, me mareo entre tanta plataforma virtual, así que, para mi, se ha convertiro en casi un lujo. Cuando se acciona el freno, cuando verdaderamente me siento tranquila y sin demasiadas cosas en la cabeza, es cuando soy capaz de sentarme a escribir en esta ventana. No es que no esté en BonsFocs, es que BonsFocs son muchas cosas. ¡Emprendedoras del mundo! , ¿sabéis de lo que hablo, verdad?

En fin, que basta de entradas pidiendo disculpas o intentando explicar los motivos por los que la lengua me llega al suelo y las agujas del reloj corren cada vez más rápido.

Hoy es uno de esos días dónde, decido parar y sentarme a escribir.

Pues  bien, os dejo la receta del queso Ricotta que preparamos para los talleres de pasta fresca, es muy sencillo, no necesitamos ingredientes complicados y es delicioso a la par que sorprendente.

La receta me la facilito Mafalda cuando empezamos a hacer queso en casa, por aquel entonces su tienda era Capraispana y ahora Quesos Caseros.

Como siempre, y para no abandonar las viejas cosmbres, he adaptado la receta a los ingredientes que hay en mi zona, a veces encontrar leche fresca, nos complica el asunto.

Para unos 300 gr de Ricotta

2 L leche fresca o pasteurizada a baja temperatura (¡atención! no UHT)

2 cucharadas de vinagre de manzana

Fermento mesófilo (punta de cuchillo diluido en leche templada)- que no cunda el pánico, también lo he hecho sin él.

1 cucharadita de bicarbonato

2 cucharadas soperas de mantequilla ( nata también sirve)

Calentar la leche a fuego lento sin que hierva e ir removiendo con un utensilio de madera, para que no se pegue al culo de la cazuela.

Ir añadiendo el vinagre poco a poco. Si no cuaja, añadir un poco más de vinagre y subir un poco el fuego.

Cuando cuaja, los grumos de la proteína son visibles y tenemos el suero por otro lado, forrar un colador con tela fina de algodón previamente humedecida, es el momento de añadir el fermento mesófilo.

Remover en el colador con cuidado de no perder la cuajada, añadir mantequilla y por último el bicarbonato, remover hasta que este bien ligado y dejar desuerar.

Siempre le añado un poco de sal y mi especia favorita, nuez moscada.

Listo! Si no consumís inmediatamente, reservar tapado en la nevera, yo no le doy más que tres días de vida. ¡Ala, ya tenéis trabajo! a rellenar raviolis ;)

Salut!